martes, 29 de diciembre de 2009

Resonancia

Últimamente fue así,
nuestros corazones lejanos
y dispersos, resonando.

Puedes dejarme
con las manos vacías,
con los bolsillos rotos,

puedes dejarme si quieres,
nada de eso importa
porque ya no te siento.

Me confundo en remolinos
de alegría, donde no estas
y me pregunto si te pasa lo mismo.

Solo ya no puedo
imaginar, tu reflejo en mis
manos se ha ido desvaneciendo

poco a poco, llegue al punto
donde ya nada me queda de ti,
ni de tu vida un soplo.

Aunque quiero saber si me
sueñas, si me imaginas,
si en tu mirada queda

un leve susurro de mi persona.
A mí el viento me dice muchas cosas,
pero nunca te atrae donde yo.

Ni la luna me promete que
llegara mi silencioso beso.
El agua ya no te enjuaga

ni me platica tu aroma.
Ahora la embriaguez no me da valor,
ni la noche me inspira a tu imagen.

Y es que me he ido tan lejos,
nos hemos perdido no se donde,
y me arrastro más adentro de

las olas que me llevan a la deriva,
a lugares que ya no frecuentaba,
a sentimientos que abandoné.

Si, nuestras almas ya no resuenan,
ya no siento dolor, quizás sea
porque te estoy olvidando.

Quizás sea que me has dejado a un lado.
Ahora soy cenizas en el tiempo,
que se esparcen, que llegan,

que se olvidan en la tierra.
Si supieras cuento le temo a la
soledad cuando es tan abrasadora...

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