Si miras el cielo,
alza la voz de tus
anhelos, de tus
fantasías y de tus
deseos incesantes.
Si miras el mar,
solo concéntrate
en el horizonte, y
piensa que es
el límite de tu alma.
Si miras la luna
y estoy junto a ti,
toma mis manos,
siente mi piel
y besa mis labios.
Dejemos que el tiempo
transcurra tranquilo
alrededor de nuestros
cuerpos, de nuestras
mentes, de
nuestros deseos.
Dejemos que la pasión
nos domine, que
nos enjuague en sudor,
que inunde nuestros
corazones de ardor
por comprimirnos,
por acecharnos,
que inunde nuestros
corazones de amor
desenfrenado.
Que la locura del deseo
invada nuestras emociones...
Si miras el manto
estrellado, deja que
te envuelva y te seduzca...
Deja que se apodere
por completo de ti.
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