miércoles, 28 de abril de 2010

De la amorosa vida: prosperidad I

Con la moneda en la boca,

no con el pan porque no me alcanza,

ni con la tortilla o la sopa,

solo tengo 20 pesos en la bolsa.


Para llegar al pan tengo que pasar

por el mercado, donde vive la bola de

vagos, los de siempre, los groseros,

y esperar que no me hablen ni me hagan nada.


Tengo miedo, de esperar algo

que nunca llegará, de seguir aquí,

sin nada que perder, sin nada que ganar,

deseando todo, soñando todo.


Y es que quiero ir al parque

sin preocuparme por la comida,

por el pasaje, por un helado.

Quiero quitarme las preocupaciones.


Quiero andar desnuda y mojarme

la piel de gustos, de un hombre

que me quiera y que me diga al oído

palabras lindas de amor.


Pero tengo una madre enferma,

un perro , dos gatos, un empleo

donde vendo verduras y mi vida

está llegando a su fin.


Sin dinero, sin comida,

a veces sin Dios y con los puños

vacíos, si tan solo tuviera dinero….

un mejor trabajo, una mejor vida.

lunes, 26 de abril de 2010

De la amorosa vida

Siendo participe

de las hojas y del mar,

porque yo te daría mí

sangre y mi carne.


Te daría la vida y la muerte,

porque tú eres mar

y la esencia de las cosas

te pertenece.


A ti, bella y adorada mujer,

es que la obsesión

de mis noches en vela

te pertenece.


Dueña del alma mía

que respira y siente, solo

por tu cariño que nunca llegará,

con una historia que avanza


a quien sabe que lugares,

a quien sabe que confines,

¿llegará algún día a tu alma?

Eres el orgulloso corazón que deseo.


Camino quieto y solemne,

en esta luna, en este lugar,

donde no hay salida,

donde no tengo hogar.


Has hecho de mi lo que tu

antojo te ha permitido,

lo que deseas, y me has hecho

feliz con las migajas de tu cariño.


Y ahora, mi desdichado

corazón alza los ojos a tu pecho,

para ver con claridad tu corazón

que se desvanece, lento, muy lento.


Junto al mar y junto a las olas

que se van, a quien sabe que memorias.

Aquí hay un desafianzado espíritu

que languidece a cada soplo del viento.

martes, 13 de abril de 2010

Realidad

El amor lo cambia todo. Las risas y los sueños, los cantos y el ademan de tu mano.

Con la ligereza de tu boca, es que me he construido un mundo fantástico, donde puedo vivir cómodamente sin pedir aire ni agua ni alimento, porque todo eso se olvida cuando me pierdo en la inmensidad de tus ojos.

Y he de decir, que tus bellos ojos, hacen que me quiera sumergir en ellos, como buzo en el mar, pero sin saber que me espera del otro lado: quizás tu corazón o nada, pero con la esperanza de nunca regresar al hecho de que tendré que separarme de ti al anochecer, como ha sido siempre.

No te puedo ofrecer una eternidad, porque no soy Dios y a mi los días del universo no me pertenecen, pero puedo ofrecerte mi vida, porque aunque solo es un susurro en la profundidad del tiempo, es la única eternidad que poseo.

lunes, 12 de abril de 2010

Sentimientos del ocaso

Niña linda, de ojos tiernos, a ti te dedico mis noches y mis días enteros, como si eso fuera poco, te regalo mi corazón con todo y la jaula que lo encierra. Más que nada porque siento que te conozco desde siempre y te amo; con el tiempo germinaron todas mis pasiones, y todos mis caminos llegaban a la ligereza de tu imagen. No me conformé con tu suave mano que me levanto incontables veces, yo quería tu boca, quería ser el dueño de tus pensamientos, aunque fueran solo unos minutos la dicha, que el saberme dueño de una parte de tu vida me brindara.

Ahora sé que todo eso que te dije, todas las palabras que arme cautelosamente para levantar tu altar en mi alcoba, que el haber desnudado mi alma en un susurro fueron inútiles.

Destruiste mi mundo con una sola mirada… y ¿para qué quería más? Una mirada fue suficiente para contarme la ridiculez de mis sentimientos. Para decirme que ante ti, solo la lástima que sentías por este pobre desdichado, era lo que te forzaba a dulcificar tus palabras.

Viste mi cuerpo antes que mi corazón y mis ropas antes que mi alma. ¿Cómo llenarme de lucidez cuando sé que respiras indiferencia cada vez que me piensas?

Nunca fuiste libre desde el principio, debí darme cuenta que tu prisión eran tus mismos prejuicios, que disfrutabas tu cárcel desde aquella banca donde criticabas al mundo por todo. Yo que te creía tan perfecta por el amor tan santo que te profería. Ahora que veo la verdad de tu persona, no quiero más que pensar que es una ilusión: todo eso que veo en tu mirada, porque de pronto ya no es tierna ni dulce: da muerte y regala odio hacia donde se dirige.

Quiero esperar a que cambies tu orgullo por una nueva visión de lo que te ofrezco, ¡como quisiera que dejaras todo atrás para que puedas correr cómoda sobre mis pies!

¿Hay algo que pueda hacer para que mi pecho detenga su ardor cuando te ve?

Supongo que deberías gritarme en la cara que me aleje para poder entenderte. Grítame tu desprecio y tu repugnancia, dime lo que no quiero escuchar, dime que la estupidez me ciega a cosas innegables, dime que no necesitas mi compañía las veces que te sientes sola. Quizás así, sea la única forma para comprender que no puedo quererte.

No es que sea masoquista, soy estúpido al saberme infeliz y tratar de armar un mural con basura hedionda.

Recuerda. Esa tarde. Platicábamos de nuestros sueños y la luz del sol caía como si de oro quisiera llenar la tierra. Hablamos y reímos tanto, con los gritos de los otros que se hacían un quedo murmullo, con el viento acariciándonos como madre que arrulla a su hijo, con las hojas cayendo impasibles, llegando al fin de su vida para ser el crujido de futuras generaciones. Esa tarde tu sonrisa lo llenaba todo y sin darnos cuenta, ese beso había purificado aquel momento que quedaría grabado en la eternidad de la tierra y de Dios.

Esa tarde, que mostraste lo sencillo de tu corazón, habría de marcar nuestra historia. Yo no sé que habrá pasado después, pero te juré la vida eterna y mis días y mi tiempo, mi dinero, te jure mi salud y mi locura…

Son recuerdos de lo que fue, de lo que pudo haber sido. Y ahora que ha terminado la marcha fúnebre de mis ojos, me doy cuenta que tu silueta no era la única que me despertaba a la calidez del mundo. Ahora hay otra. Otra es la que me tiende su mano con firmeza.

Ahora que estoy con ella, la que no eres tú. Ella, la que llena el vacío de mi cuerpo y me regala su cuello sin pedir mi comprensión. Ella, la que nunca me ha mentido, la que es incondicional, la que me procura, la oportuna, la que con su sonrisa, derrite el hielo de mi corazón. Ella, la que aceptó sin condiciones actuar el estelar en mí estrenada vida.

Ella es la que pudo desterrar tu recuerdo de mis venas, la que impidió que fluyera la tristeza por mis dedos, la que me besó en lo que creí era la muerte de mi sensualidad.

Ella es la que ha sabido ganarse mi cariño y mi respeto, porque no respira amargura.

Solo le pido al cielo que te tome entre sus brazos de infinita frescura y te dé paz, que te arrope con calor de verano, que haga de ti lo posible para que olvides tu odio y tu rencor.

Ya no te amo, aunque sigues teniendo ojos tiernos y labios seductores, ya no te amo: pero te amé demasiado, tanto que casi se lleva mi vida…

Sé feliz, fuera de eso, ya no puedo desearte ni pedirte nada.

domingo, 11 de abril de 2010

Nota

Creo que escribir me hace bien, un bien tremendo, porque libero todas mis impresiones e ideas en forma corpórea, que tiene un significado, aunque muchas veces, esas ideas expresadas en letras no formen la palabra que me gustaría expresar.

O quizás sea que al diccionario le faltan muchas palabras mas, que digan algo mas profundo que las palabras que muchas personas unas pero que pocas sienten como: amor, cariño o deseo.

O quizás sea también la forma en que se viven, que pueden llegar a ser poco profundas.

Como sea, lo cierto es que este mundo es variado hasta decir basta. Las personas, los animales, cada quien es su propio mundo, donde existen tantas cosas, tantas aficiones, tantas formas de recrear el espíritu, y estilos, culturas, colores, comidas, tiendas, productos, tantos cielos y paisajes que nadie ha podido ver jamas...

Por eso creo que la palabra escrita es algo que nunca terminará, porque siempre habrá un suceso nuevo, una emoción que anide en el pecho de una persona diferente. Siempre habrán tantas percepciones distintas que empaten en un lugar determinado, y tantas cosas que imaginar, lugares a donde viajar y que ese viaje sea digno de contarse.

Y las sonrisas de la familia, la intimidad con la pareja... o sera que ¿a mi todo me parece estupendo?

Estoy agradecido de vivir en este mundo y en estos tiempos, de la familia que tengo, de la música que me gusta, de la persona a la que amo... y espero, de ahora en mas, compartir cosas diferentes a lo que ha sido hasta ahora, porque creo que es momento de perfeccionar y revolucionar este pequeño espacio, a atreverme a escribir diferente, aunque sea poco, y que haga vibrar a quien lo lea...

Sin mas agradezco a los que dedican tiempo a la lectura de este blog y hasta pronto.

Otto Alucard

lunes, 5 de abril de 2010

Encrucijada

Y ahora regreso a ti, por que lo he abandonado todo, porque me deje llevar por las emociones tardías, ya ya nada de eso importa.

Como deseo no haberte conocido nunca, porque así ni te hubiera lastimado, ni me hubieras dejado solo y anhelante.

Porque estas tan lejos, porque aunque estés cerca ya no hay nada de que hablar, porque ya no hay nada que compartir, porque entre tu y yo todo se perdió, y ahora que esta podrido no hay como regresar a lo que era.

Y mas porque lo deje todo y lo cambie todo para estar junto a ti, y ahora que no estas ya no tengo un lugar a donde regresar, porque hacia donde camine, después de todos mis trayectos, con mis pies cansados y hundidos en el barro, aplastados por las espinas... porque todos mis caminos llegan hacia ti, como si fueras interminable, como si fueras lo único en el mundo.

Dime donde estas que no te puedo ver, dime que has hecho, dime como me pongo al corriente de tu vida, dime todo lo que me he perdido, lánzalo en forma de reproche al aire, dame un excusa para odiar mi ausencia, dame un pretexto para descartar lo que dije antes, dame algo que no pueda borrar, dame tus brazos y déjame volar en el cielo nítido de tu piel.

Dame algo que pueda sacarme de mi angustia de no tenerte... dame una mentira si quieres... o dame la verdad: que ya no me quieres.

El puñal que saques de tu bolsa sera lo que necesite para matar este estúpido corazón que te ama, que no deja de amarte, que con el tiempo se añeja y te desea de forma imparable.

Eres la encrucijada de mi vida, y también el deseo que no puedo llevar, la persona que no puedo querer, la imagen que debo borrar, la diosa que no existe mas. Eres la mas cruel y despiadada mujer y también la que mas adoro, a la única que canto, con la única que florezco, lo único que necesito...

Terminame de matar, has que parezca suicidio, pero no me dejes en el suelo frío y rugoso, viendo lo que nunca podre alcanzar, no me tortures con tu rostro tan lejos del mio.

Si es de tu mano, quiero ser feliz en el ultimo resplandor de la aurora.