Ella es como ese pájaro que vi aquella vez: solitaria, un ave solitaria es lo que tu eres.
No necesitas de nadie y por eso procuras estar sola, en la frialdad del cerro donde vives, te encierras, eres tan fría como ese pajarito azul.
¿No te sientes indefensa?
Te veo y no puedo acercarme, no me lo permites, en cuento me ves, huyes, emprendes el vuelo deslizando tus finas alas y planeas en el aire del desamor de forma trágica, pero bella.
Ahora puedo verte de lejos, es mi felicidad el verte de lejos, pero, algún día (puede ser mañana, puede ser un día lejano), algún día te iras volando.
Y entonces pensare: ¿donde quedo yo? ¿que pasa con mi corazón? ¿que pasara con mis incesantes suspiros de amor?
No se que decirte para que comas migas de pan de mi mano, para que me dejes rozar tu plumaje brillante, para que me dejes jugar un poco dentro de la libertad que posees...
Algún día, sin duda, te iras volando, ya no seras mas el ave indefensa que se esconde entre las ramas mas altas de la vida, ya no seras mas el ave lejana y distante del mundo, ya no estarás indefensa: simplemente te iras volando a donde mi vista, ni siquiera mi vista, podrá seguirte, donde ya no podre alcanzarte, donde mi amor no podrá tocarte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario