domingo, 31 de enero de 2010

¡Que locura!


Que locura la de
tu nombre en mi
vieja almohada.

Mas aún, la locura
de tus besos en
mi ojos llorosos.

Sí no me ibas a querer,
sí tu vida era de otro,
sí tu piel no era mi tacto.

He pensado tantas veces
en tirar nuestros
recuerdos a la basura,

sin embargo, no encuentro
un bote que sea bastante
grande para contener:

1: mi cariño,
2: tu persona,
3: las botellas de tequila
que me he bebido en tu nombre.

Y es que tu nombre...
tan bello y tan pesado,
me anula la mente al oírlo
y quema los labios al pronunciarlo.

Que locura fué dejarme
tocarte, vivirte,
amarte sin ponerme fin.

La locura de mirar a las
estrellas y pedir tu silueta,
pedir tu beso cálido en mi mejilla.

Entre la lluvia y mis huesos...
no hay nada que te saque
de mi pecho. Eres mi angustia.

Si no me ibas a amar,
debiste dejarme desmoronado
en mi vieja almohada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario