Camina y sonríe, sonríe, sonríe, nada hay mas que la luz de una sonrisa;mirando el humo reflejado en nuestros ojos, vistos en un espejo, mira el agua, mira el futuro por el agua, no hay mas que hacer.
Tengo miedo, oigo la voz de mi pecho que me dice: tengo miedo, y yo solo tiemblo, reprimo una lágrima y un suspiro, el tiempo no se puede detener.
Hagamos un mundo en el que no haya miedo, si el camino para él es sufrir hasta que se fortalezca nuestra alma, hasta que todo se haga piedra, aunque estemos solos, ¿ debería importar?
Tenemos dos manos, 5 dedos en cada una, quiero seguir corriendo... corro, corro, no me detengo, no me detendré, ahora mismo sangro y duele, duele la misma herida que ha dolido siempre, me digo una vez mas: tengo miedo, tiemblo.
Siempre es así, no me temas si digo que podre después de morir, no es que quiera morir, es solo que quizás el dolor sea necesario.
Dicen que no debo llevar el peso solo yo, aún no encuentro a nadie que lo pueda compartir, pensando esto, mirando el cielo, sonrío y cae una lágrima silenciosa que dice lo que no es en mi espíritu, que se deshace al contacto de ciertas miradas.
Una estrella, un brillante mar, una nube coronando un anhelo, sol de mis arrepentimientos, un grito como un eco, poderosa brisa de esperanza...
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