Amanecí lleno de ti,
anhelandote,
sin querer otra cosa
que tus dedos en
mis labios,
susurrando no se
que cosas que
suelen decir
a veces.
No te quiero, es
verdad, pero a veces
siento que te amo,
como cuando alguien
lejano ama al amor.
O quizás si te amo,
te amo en esas ocasiones
cuando bebes café
y me miras
y sonríes,
o cuando
hacemos el amor
y me arañas la espalda
de placer...
No se nada de ti y
tampoco se si te amo...
Es que te he
disfrutado tanto...
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