Oigo, dentro de mi somnolencia y aburrimiento, oigo, escucho una voz que sube a mis oídos como relámpago de la terrible tormenta que se acerca.
Me enferma, esa voz me causa dolor de cabeza, nauseas, cuando la escucho me duele el corazón... no hay medicinas para mi, no hay una pastilla contra las pesadillas que despierta esa víbora que puede hablar, su veneno es tan potente que aguijonea mi alma, duele el alma, me duele mucho mi alma.
Llore lo suficiente, ya no quiero derramar mas lágrimas inútiles, esto es la guerra, aun desde mi cárcel, aun desde esta celda en la que siempre me encuentro, desde esta terrible enfermedad que me provoca su asqueroso veneno, desde aquí, ganare desde aquí.
Veneno, si, dejare que me penetre, dejare que me robe casi toda la vida, y cuando esa culebra piense que ganará me levantare y pisaré su cabeza, me cansa esta enfermedad de odio que tengo, esta rabia, si puedo matarla en mis sueños, si en mis sueños puedo hacerla sufrir, esta enfermedad ha de curarse sola, desangraré a esa serpiente de cabeza triangular aunque me cueste la vida...
Por lo pronto, su vomitiva voz me enferma y hace que me duela la cabeza...