jueves, 25 de noviembre de 2010

Eres ese día muriendo

Déjame

andar en el rincón

de tu sonrisa:

caminar por tus labios.


Tú,

que siempre has estado ahí,

queriéndome torrentes infinitos,

creyendo, sin saber

sí tendrías lo que tanto

has esperado.


Tú,

que siempre

has visto la luna conmigo,

lejana y fantasiosa…


…la luna conmigo.


Eres la diferencia

en que nos parecemos.


Eres mi lágrima nocturna,

la que brota de mis ojos infantiles;

la que llega a ti sin que lo sepas.


Eres esa lágrima

que duerme en tu pecho.


El latir,

el palpitar de mi

vientre esperanzado,

de la vida que quizás

tendré después…


¡Ese después misterioso

que has observado!


Eres mi amor por la bandera…

mi adoración por la

soledad en la que participas siempre.


El golpe seco que no he recibido,

el canto que esta por inventarse.


Eres ese día

grabado en mi memoria.


Ese día oscureciendo:

con la electricidad

y el aire frio

y las sonrisas que compartimos.


Eres ese día muriendo.

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