Un espíritu libre

Quizás porque es poco. La tarde es aburrida cuando no hay nada que contar.

Una estrella en el cielo sucio alumbra a un viajero que no conoce lo que es un hogar.

Son cosas que pasan, como pasan los carros, como pasa el día, como pasa el tiempo, como paso yo, como pasa Dios.

Incluso como suele pasar el amor.

Tras las nubes pasa lo que conozco, y entre el mar, pasan cosas que he olvidado.

No es la esperanza la que falta en esta tierra, es la lluvia que no ha llegado, la que no comprende la necesidad de las cosas por ella.

Un espíritu libre.

Con la brisa del mar en el rostro, se alza la paz del corazón perdido, de aquel niño que no conoció la piedad, de aquella mujer que se desvaneció a falta de Dios, de esos hombre que se frustran con su propia razón.

No hay nada mas que lo que tengo, cosas rotas y remendadas, las cosas nuevas que asemejan misericordia, los recuerdos que imagino en mi alcoba desgastada.

Quizás porque es poco, la vida no concibe nada que no de producto, un ciclo que se cierra cuando se oculta el sol, y que renace cuando llega la luna.