viernes, 26 de junio de 2009

¡Hipocresía!


Vaya, cuanta hipocresía, queriendo vomitar, uno se aguanta las ganas cuando quiere vomitar y esta en publico.

Pero, ¿vomitar en su cara? que divino hubiera sido aquello, ver como un fluido viscoso, con la comida de ayer y del desayuno invadiera su horrible cara, que se lo tragara cuando tenia la boca abierta, dejar a todos con la boca idiotas y con la sensación de asco.

Eso hubiera sido fantástico.

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