lunes, 11 de octubre de 2010

No puedo dejar

No puedo dejar de amarte

a cada suspiro de tu mano

y de los sueños que posees.


No puedo dejar de quererte

con la intensidad de los

latidos de mi alma.


Aunque seas prohibida,

y tu nitidez refleje la incógnita

que descubro, cuando tengo

el soplo de tu mirada.


Amada:

tu recreas el amor

que le predico

al silencio de mi alcoba,

y en ti nacen las esperanzas

que abrigo para mañana…


En mi sonrisa queda

la pureza de tu nombre,

y en mi boca la belleza que regalas

cuando te me entregas sin reservas.


Siempre con ese misterio

que te cubre aun mas que la noche

y que las estrellas,

que todo el oro

del mundo no alcanzara jamás.


No necesitas ni te sobra nada.


Eres perfecta como estas ahora

y eres perfecta como has sido siempre.

Eres perfecta porque mis ojos

iluminados creen que te han visto siempre.


Y todo mi cuerpo sabe

que eres perfecta,

y que desea el ardor de tu piel,

y la calidez de tu boca,

y tu aroma de flores eternas.


Tú eres el mundo y sus guerras,

su muerte

y la vida que a veces engendra.


Tu serás la libertad

que habita mis brazos

cuando ya te has ido,

cuando no volverás.


No puedo dejar de desearte

y maldigo el tiempo que no avanza,

a la distancia que te aleja,

a mis pasos que no te alcanzan.

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