domingo, 10 de octubre de 2010

Me conformo soñando

Esta noche le murmure amor a tu boca,

tu cálido aliento rozó mi mejilla,

y tus labios

(deliciosos labios)

penetraron con fuego

hasta lo más profundo de mi cuerpo.


Le inspiré amor a tu cuerpo estridente

y a tu cabello de delirio.

Me hubiera gustado no despertar,

morir contigo y tu calor:

fundiendo tu piel a mi rostro.


Me hubiera gustado perderme

en el candor de tus ojos

y en la inocencia incrédula de tus manos.


Pero la noche no es eterna,

aquí en esta tierra nada es eterno,

solo tus ojos sabios son eternos:

me convenzo de que tus ojos son eternos.

También me he convencido

de que tu boca es un caudal

infinito de delicias

y sabores extraordinarios…


Tu boca es el río de la vida

que solo existe en el paraíso

del dios omnipotente: de ti ha de nacer vida,

de entre tus piernas ha de salir

el aliento que alimenta el alma,

y tu aroma ha de ser la resurrección

que muchos quisieran

y que solo a mi me pertenece.


Que me pertenece cuando te sueño,

cuando te pienso,

cuando me ilusiono,

cuando estas con el.


Solo me importa llevar tu aroma

ficticio pegado a mis gestos,

en mis huesos.


Me conformo soñando

que me amas y que te amo,

y que ese amor sordo

se pierde con el viento

que se escapa al horizonte.

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